La transformación digital, junto con el fenómeno de la Globalización, ha provocado que los negocios se vean obligados a adaptarse a nuevos entornos digitales. A su vez, este nuevo escenario, ha traído consigo que cambie por completo el mercado laboral, convirtiéndose éste en un mercado dinámico y muy cambiante.
En consecuencia, al igual que los negocios, las personas trabajadoras han tenido que hacer frente a nuevos desafíos en los cuales la incertidumbre, irregularidad, rigidez en los sueldos y rotación se han convertido en características muy habituales en muchos puestos de trabajo.
Teniendo en cuenta todos estos cambios y con el fin de hacer frente a estos nuevos desafíos, las empresas digitales en general, hoy en día valoran positivamente que las personas que lleguen a formar parte de su equipo, cuenten con las siguientes competencias que recogemos a continuación:
Finalmente no podemos olvidarnos de la competencia estrella, el tan deseado talento digital. Es decir, la capacidad de hacer uso de herramientas digitales y de la tecnología, para mejorar los niveles de productividad, bien propia como de la empresa, optimizar los tiempos y buscar la excelencia en los productos y servicios ofertados a la clientela.
Por otro lado, el hecho de haber introducido la tecnología en los procesos productivos y tener acceso a muchísimas fuentes de información, ha traído consigo que será necesario que las personas profesionales sean capaces de contar con las siguientes capacidades para poder adecuarse a los nuevos escenarios digitales:
Pero todo ello en cambio, no servirá de mucho si la propia empresa no ofrece autonomía ni poder de maniobra a las personas que forman su equipo o si no se da cuenta que en la base de la transformación digital está la persona, con sus capacidades personales como profesionales.