16/09/2015

Por norma general, cada vez que se nos nombra la Ley Orgánica 15/1999, del 13 de diciembre, de Protección de Carácter Personal (en adelante LOPD) nos echamos a temblar y nos vienen a la cabeza infinidad de dudas y el temor de estar haciendo algo mal, sin tan siquiera saberlo. Pero nos guste o no, al tener carácter de Ley Orgánica, cumplir hay que cumplirla.

Nuestro equipo está contínuamente desarrollando proyectos digitales y somos conscientes de que la LOPD cobra especial importancia en ellos. En consecuencia, hace un par de semanas decidimos ponernos manos a la obra y, gracias a la información proporcionada por una clienta, dimos con un curso especializado en la materia.

Nos vemos en el deber de actuar con sinceridad y comentar que de antemano contábamos con un nivel bajo o casi nulo de conocimiento sobre la LOPD. Habíamos escuchado hablar acerca de ella pero a grandes rasgos y sin poner mayor entusiasmo, la verdad. Antes de empezar el curso nos habíamos hecho a la idea de que se trataría de un curso repleto de lenguaje incomprensible y que acabaríamos con la cabeza frita, un tostón vamos.

Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando nada más llegar nos encontramos con una persona totalmente ajena al mundo del derecho y desde el minuto cero, nos dejo claro que el curso trataba de garantizar que nuestro negocio cumpliese la LOPD y que nos proporcionaría las claves para ello. Agradecimos el empleo de un lenguaje totalmente comprensible y la capacidad que tuvo para resumir el contenido de la ley, abstrayendo los puntos que más nos podrían interesar para garantizar el cumplimiento de la LOPD.

Tras ofrecernos una breve explicación teórica para hacernos llegar el mensaje de las cosas que debíamos de tener en cuenta para el cumplimiento de la ley, continuó con la formación basándose en una metodología práctica, la cual agradecimos mucho. Nos habló de los derechos de las propias personas usuarias que nos pueden facilitar sus datos personales, las diferentes tipologías de ficheros que podemos manejar y el nivel de complejidad de los datos que podemos llegar a poseer. Finalmente, nombró a la Agencia Española de Protección de Datos explicándonos qué deberes y obligaciones teníamos ante ella. A través de su página web, nos guió para que fuésemos capaces de rellenar de manera autónoma y sin mayor complejidad los tan temidos ficheros que hay que enviar a la propia agencia, en el caso de estar obligados a ello.

Sin lugar a dudas, una formación a la que sacamos mucho provecho y todo ello exprimido al máximo en una sesión breve. Agradecimos mucho la metodología empleada, teniendo en cuenta que era viernes por la tarde y se notaba que había ganas de fin de semana entre las personas asistentes.

Así que ya sabes, si como empresa te sientes identificada y te ves en la necesidad de ponerte al día con la LOPD, no permitas que pase más tiempo y anímate a informarte acerca de ella. Te garantizamos que si te tomas un tiempo, llevas un orden y tienes en cuenta una serie de consejos sencillos, podrás contar con la tranquilidad de cumplir la Ley Orgánica. Por el contrario, si necesitas de alguien que te guíe en el camino, no dudes en ponerte en contacto con el equipo de TaPuntu para que te podamos asesorar sobre la materia.

¡Un placer haber echo las paces con la LOPD!